El Mormonismo y la Santa Biblia/La inerrancia y la Santa Biblia

Tabla de Contenidos

La infalibilidad y la Santa Biblia

Traducido por Alberto Barrios Vega y Elena Blanch .

Navegación


Pregunta: ¿Está la Biblia Sagrada sin error?

La evidencia textual disponible hace que la teoría de una Biblia infalible sea insostenible

Algunos cristianos afirman que los textos bíblicos, en su estado original, eran infalibles. Por lo tanto, es incorrecto que José Smith haya enseñado que la Biblia contiene errores u omisiones.

La evidencia textual disponible hace que la teoría de una Biblia infalible sea insostenible. Es más, la doctrina de la infalibilidad no es una doctrina bíblica, por lo que solo puede imponerse en el texto desde el exterior y no puede extraerse de las enseñanzas contenidas en la supuesta "Biblia infalible".

La postura de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de honrar la Biblia y buscar entenderla, al reconocer que es la Palabra de Dios solo en la medida en que los seres humanos imperfectos han logrado transmitirnos la Palabra de forma fiel, es coherente tanto con la enseñanza bíblica como con la evidencia que se encuentra disponible.

Insistir en la infalibilidad de la Biblia es una presuposición teológica e ideológica y no una consecuencia natural de las enseñanzas de la Biblia.


Pregunta: ¿La propia Biblia afirma ser inerrante?

En ninguna parte de la Biblia se podrá encontrar la afirmación de que esta es infalible

Como lo observó Blake Ostler en la "Declaración de Chicago Sobre la Infalibilidad Bíblica":

'La doctrina de la infalibilidad es internamente incoherente. En mi opinión, existen muchos problemas insuperables que imponen un rechazo hacia la infalibilidad en general y, de forma particular, un rechazo hacia la infalibilidad tal como se promulgó en la Declaración de Chicago. En primer lugar, la Declaración de Chicago es incoherente en sí misma. Uno no puede afirmar de manera consistente que la Biblia es la base de sus creencias y, sin embargo, luego afirmar que se debe aceptar la infalibilidad bíblica tal como se contempla en la Declaración de Chicago. Esta declaración contiene una serie de afirmaciones o proposiciones, por así decirlo, que no son bíblicas. La infalibilidad, según lo afirmaron recientemente los evangélicos, no se encuentra registrada en la Biblia, ya que en ninguna parte de este libro aparecen las palabras infalible o inerrante. Estos conceptos teóricos son ajenos a los escritores bíblicos. Además, la infalibilidad no es parte del credo de ninguna de las religiones principales. Dicha noción es de origen reciente y, más bien, propia del evangelicalismo norteamericano. A lo largo de la historia del pensamiento cristiano, la Biblia ha sido la fuente de las creencias y no el objeto de ellas. La afirmación de que la Biblia es infalible va más allá de las declaraciones encontradas en las escrituras de que toda escritura es "inspirada por Dios". Por lo tanto, la infalibilidad, como un compromiso de fe, es incompatible con la afirmación de que las creencias se basan en lo que dice la Biblia. La infalibilidad es una doctrina que no se contempla en la Biblia y que se basa en consideraciones sin respaldo de las escrituras. Dicha doctrina solo debe aceptarse si es razonable y si encaja con lo que conocemos gracias a las escrituras mismas, mas no como un artículo de fe. Sin embargo, se ha comprobado que tal no es el caso. [1]

La Declaración de Chicago solo puede actuar como una declaración de fe y no como una observación razonable de lo que encontramos en la Biblia. La misma Declaración de Chicago reconoce que no existen afirmaciones infalibles en la Biblia, porque solo comprobaremos la veracidad de la infalibilidad "cuando todos los hechos sean conocidos”. Es muy conveniente proponer una teoría que no pueda evaluarse a menos que seamos, en efecto, omniscientes. Es por eso que la Declaración de Chicago es una proposición inútil y no puede considerarse como una declaración de fe que proviene de la Biblia, ya que no aparece en la Biblia. Tampoco puede considerarse como una declaración sobre lo que la evidencia muestra, ya que dicha evidencia no puede evaluarse hasta que seamos omniscientes. [2]


Pregunta: ¿Qué evidencia demuestra que la Biblia Sagrada ha sido alterada?

La evidencia actual encontrada en los manuscritos bíblicos demuestra, de manera inequívoca, que la corrupción y la manipulación de los textos bíblicos es la regla y no la excepción

Antiguo Testamento

Emmanuel Tov, [3] Profesor J. L. Magnes de la Biblia en la Universidad Hebrea de Jerusalén y editor en jefe del proyecto de publicación de los “Rollos del Mar Muerto”, escribió:

  • "Todos [los] testigos textuales [del Antiguo Testamento] se diferencian entre sí en mayor o menor medida".
  • "No existe ninguna edición [del Antiguo Testamento] que concuerde, en todos sus detalles, con otra”.
  • "La mayoría de los textos antiguos y modernos que se han transmitido de una generación a otra han sido corrompidos de una forma u otra". (Énfasis en el original).
  • "Existe un segundo fenómeno relativo a las correcciones y cambios introducidos en el texto bíblico... Tal manipulación del texto se pone de manifiesto en todos los manuscritos".
  • "Por lo tanto, aunque sea paradójico, los soferim [escribas] y los masoretas conservaron cuidadosamente un texto que ya estaba corrompido".
  • "Uno de los postulados de la investigación bíblica es que el texto conservado en los diversos ejemplares (manuscritos, ediciones) de lo que comúnmente se denomina Texto Masorético no refleja el 'texto original' de los libros bíblicos en muchos detalles".
  • "Estas fuentes paralelas [provenientes de los libros de Reyes, Isaías, Salmos, Samuel, etc.] se basan en textos antiguos que ya diferían entre sí antes de ser incorporados a los libros bíblicos y que sufrieron cambios después de transmitirse de una generación a otra como parte de los libros bíblicos".
  • "La S[eptuaginta] es una traducción judía que se llevó a cabo principalmente en Alejandría. Su fuente hebrea difería mucho de los otros testigos textuales (los T[argumin], la V[ulgata], los textos M[asoréticos], S[amaritanos y muchos de los textos de Qumrán])... Además, la S[eptuaginta] es importante como fuente para la exégesis temprana, y esta traducción también sienta las bases para muchos elementos en el Nuevo Testamento".
  • "La importancia de la S[eptuaginta] descansa en el hecho de que refleja una mayor pluralidad de variantes importantes que todas las demás traducciones juntas".
  • "Las recensiones textuales muestran ciertas características que saltan a la vista, tales como una tendencia expansionista, abreviada, armonizada, judaizante o cristianizadora".
  • "No se puede sostener una teoría sobre la división de los testigos bíblicos en tres recensiones [versión masorética, samaritana y la Septuaginta]... a tal punto de que casi se podría hablar de un número ilimitado de textos”.
  • "La cuestión del texto original de los libros bíblicos no se puede resolver de forma inequívoca, ya que no hay evidencia sólida que nos ayude a decidir en uno u otro sentido . "
  • “Aún no tenemos conocimiento de que existan copias de los libros bíblicos escritos en la primera etapa de su transmisión textual, ni de textos cercanos a esa época. Ya que se presume que los siglos anteriores a la evidencia existente estuvieron marcados por gran fluidez textual, todo lo que se dice sobre el estado prístino de la Biblia debe necesariamente considerarse hipotético".
  • "El texto M[asorético] es solo un testigo del texto bíblico. Además, su forma original estaba lejos de ser idéntica al texto original de la Biblia como un todo”.
  • “Por regla general, estos [conceptos de la naturaleza del texto bíblico original] se formulan como "creencias "; es decir, un erudito, por así decirlo, cree o no cree en un único texto original. Dichas opiniones son casi siempre dogmáticas".
  • "Durante la transmisión textual se produjeron un gran número de cambios complicados, por lo que nos resulta casi imposible reconstruir la forma original del texto".
  • "Muchos de los cambios presentes en todo el texto bíblico, en cuanto a frases enteras, secciones y libros, no deberían ser atribuidos a los copistas, sino a generaciones de editores anteriores que se dieron la libertad de hacer dichos cambios masivos en la etapa formativa de la literatura bíblica".
  • “No es que el [texto Masorético] haya triunfado sobre los otros textos, sino más bien que aquellas personas que lo promovieron probablemente constituían el único grupo organizado que sobrevivió a la destrucción del Segundo Templo [por ejemplo, la escuela rabínica derivada de los fariseos]".

Nuevo Testamento

Una situación similar nos confronta con el Nuevo Testamento. Léon Vaganay y Christian Bernard–Amphoux [4] escribieron en Una Introducción a la crítica textual del Nuevo Testamento:

  • "Estos [antiguos métodos de interpretación retórica] se utilizan para revelar un código secreto que solo era accesible a los eruditos o iniciados. Si se observa el texto "occidental" desde esta perspectiva, se convierte más en un producto de un determinado sistema de significados que en un producto de determinada doctrina. Sin embargo, no se consideraba que este tipo de código de escritura sofisticado era apto para la circulación general. Para una distribución a mayor escala, el texto debía ser adaptado a la mentalidad de las personas que lo iban a recibir; tenía que ser revisado y sufrir cambios a fin de ser aceptable para un público que esperaba no tener que descifrar el sentido oculto".
  • "La gran diferencia estilística que existe entre los dos tipos de texto principales del Nuevo Testamento, la ‘occidental’ de un lado y todos los otros tipos del otro lado, no puede haber surgido por casualidad".
  • «En el año 178 d.C., Celso, un escritor secular, indicó en Polémica contra los cristianos: “Algunos de los creyentes han cambiado el texto original de los Evangelios tres o cuatro veces, o incluso más, con la intención de destruir los argumentos de sus críticos". (Citado en Orígenes contra Celso , SC 132 , 2, 27). Orígenes no niega la existencia de dichos cambios. “En efecto, Orígenes escribió: ‘Hoy [siglo III d.C.] es un hecho evidente que existe una gran diversidad entre los manuscritos, ya sea por el descuido de los escribas, o por la audacia perversa de algunas personas al corregir el texto o, una vez más, debido a que hay quienes añaden o suprimen información según les plazca, estableciéndose a sí mismos como correctores».
  • "Por lo tanto, no es posible reconstruir con certeza el texto más antiguo, aunque no hay duda de su existencia en forma escrita desde fechas muy remotas, sin una etapa oral preparatoria".
  • "En el período posterior al año 135 d.C., se proliferaron las recensiones y la diversidad textual resultante alcanzó su punto máximo antes del año 200".
  • "Por consiguiente, entre los años 150 y 250, las primeras recensiones generaron una gran cantidad de versiones nuevas. Dichas recensiones eran una mezcla de negligencia fortuita, correcciones intencionales por parte de los escribas, errores involuntarios, un abandono consciente de la literalidad por parte de los traductores, alteraciones sistemáticas de los revisores y, no menos importante, la contaminación causada por la armonización cuya intensidad variaba de un lugar a otro. Todos estos elementos contribuyeron a la diversificación del texto para darle, por así decirlo, un poco del color local de cada país".

¿Quién hizo los cambios?

A menudo, los escritores cristianos acusaban a los herejes (como, por ejemplo, Marción en el siglo II d.C.) de alterar el texto de la Biblia. Sin embargo, existe otro hallazgo más preocupante para aquellos que insisten en una Biblia infalible:

[...] estudios recientes han demostrado que la evidencia de los manuscritos que han sobrevivido hasta nuestra época señala hacia una dirección opuesta. Los escribas asociados con la tradición ortodoxa hacían frecuentes cambios en sus textos. A veces, lo hacían para eliminar la posibilidad de un "uso indebido" del texto por parte de los cristianos que profesaban creencias heréticas y, otras veces, para hacer que concuerden con las doctrinas que ellos profesaban y que eran abrazadas por los cristianos. [5]

Por lo tanto, la tradición cristiana "ortodoxa" requería una edición del texto original para que este respaldara su punto de vista o se opusiera al de aquellos con quienes no estaban de acuerdo. Parece extraño, pues, acusar ahora a aquellos que no aceptan íntegramente el punto de vista "ortodoxo" de la "violación de las Escrituras", ya que son esas mismas escrituras las que, originalmente, fueron alteradas por aquellos a quien ahora conocemos como "ortodoxos". Esta es simplemente otra forma de decir que ellos ganaron la batalla al definir su punto de vista como el "correcto".

Como Bruce Metzger observó:

Por extraño que esto pueda parecer, los escribas que pensaban [por ellos mismos] eran más peligrosos que los que sólo deseaban ser fieles al copiar lo que tenían frente a sí. Muchas de las modificaciones que se pueden clasificar como intencionales fueron, sin duda, introducidas de buena fe por los copistas que creían que estaban corrigiendo un error o desacierto de la lengua que se había introducido con anterioridad en el texto sagrado y que debía ser rectificado. Posteriormente, un escriba podría incluso volver a introducir una lectura errónea que ya había sido corregida. Los manuscritos del Nuevo Testamento conservan restos de dos tipos de alteraciones dogmáticas: las que implican la eliminación o alteración de lo que se consideraba doctrinalmente inaceptable o inconveniente; y las que introducen en las Escrituras una "prueba” de un principio o práctica teológica favorita. [6]


Pregunta: ¿Qué piensan los primeros cristianos acerca de las alteraciones a las Escrituras?

Los primeros cristianos se quejaron de que las Escrituras habían sido alteradas

Justino Mártir, un autor cristiano del siglo II, se quejaba de que los judíos habían alterado las escrituras:

Y deseo que ustedes observen que ellos [los judíos] han quitado por completo de sus traducciones muchos pasajes de las Escrituras. [7]

Orígenes, un autor cristiano del siglo III, se lamentaba sobre el problema de una transmisión textual pobre, incluso en su época:

Las diferencias entre los manuscritos se han hecho monumentales, ya sea por la negligencia de algunos copistas o por la audacia perversa de otros. Muchas de estas personas descuidan su deber de revisar lo que han transcrito o, en el proceso de revisión, realizan adiciones o supresiones según les plazca. [8]

Bruce Metzger, un crítico textual y erudito, citó este pasaje y luego observó:

Orígenes sugiere que tal vez todos los manuscritos existentes en sus días se habrían corrompido. [9]

El Libro de Mormón describe cómo "las cosas claras y preciosas"(1 Nefi 13:28) se quitaron de la Biblia. Asimismo, Orígenes se queja de las “supresiones" realizadas en las Escrituras, lo que constituiría los cambios más difíciles de detectar. Una alteración puede ser detectable, pero una supresión prácticamente se ha perdido para siempre.

Dionisio, obispo de Corinto, se quejaba también en el siglo II:

Cuando mis hermanos en Cristo me invitaron a escribirles cartas, así lo hice. Estos apóstoles del diablo se han llenado de cizaña, pues han quitado algunas cosas y han añadido otras. Para ellos, el infortunio es reservado. No es de extrañar, entonces, que algunos se han atrevido a manipular incluso la misma palabra del Señor al conspirar para mutilar mis propios humildes esfuerzos. [10]

 

Los Santos de los Últimos Días desean defender la Biblia


Pregunta: ¿Creen los Mormones que la Biblia tiene menos valor porque contiene errores?

Los Santos de los Últimos Días reverencian la Biblia como Sagrada Escritura

El Artículo VIII de la Fe dice:

Creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente; también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios.

La condición de que los Mormones crean que la Biblia es la palabra de Dios en la medida en que se traduce correctamente parece sacudir la confianza de algunas personas en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días como iglesia creyente de la Biblia. No hay razón para que esto sea así, porque no es difícil discutir que cuando los hombres traducen palabras de un idioma a otro pueden errar fácilmente, y lo han hecho a menudo. Simplemente comparar diferentes versiones en inglés de la Biblia debe demostrar de manera concluyente que algunas personas entienden el hebreo antiguo, el arameo y el griego (las lenguas originales del Antiguo y Nuevo Testamento) de manera muy diferente en algunos casos.

Los Santos de los Últimos Días pasan el 50% de su currículo de la Escuela Dominical estudiando el Antiguo y Nuevo Testamento, y el otro 50% estudian el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios. La Biblia claramente recibe la mayor parte de la atención.

Los Santos de los Últimos Días desean defender la Biblia

Si bien los Santos de los Últimos Días no creen que la Biblia –o cualquier otro libro– sea infalible, ellos se muestran más preocupados por defender el valor de esta que por denigrarlo. En 1972, Harold B. Lee observó:

Considero que el problema de nuestros misioneros de hoy en día no es tanto el tener que demostrar que el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla del Gran Precio sean, en efecto, la palabra del Señor; sino que las personas dudan de que la Biblia, la cual es generalmente aceptada como la palabra de Dios, haya provenido de las palabras de profetas inspirados de generaciones pasadas. En este día en que la Biblia está siendo degradada por muchos que mezclan filosofías del mundo con escrituras de la Biblia con el propósito de anular su verdadero significado, cuán afortunados somos de que nuestro Eterno Padre Celestial, quien siempre se preocupa por el bienestar espiritual de sus hijos, nos haya brindado un libro compañero de las escrituras, conocido como El Libro de Mormón, para defender las verdades escritas y habladas por profetas de la Biblia como Él lo mandó. Es solo cuando abandonamos las tradiciones de los hombres y recuperamos la fe en la Biblia, cuya verdad ha sido completamente establecida por hallazgos recientes y por el cumplimiento de la profecía, que recibiremos, una vez más, la inspiración que necesitan los gobernantes y el pueblo por igual. [11]

 


Temas del Evangelio, "Biblia, Infalibilidad de la"

Temas del Evangelio,  Temas del Evangelio en LDS.org
Los Santos de los Últimos Días tienen gran reverencia y amor por la Biblia. La estudian y se esfuerzan por vivir conforme a sus enseñanzas. Atesoran el testimonio que contiene acerca de la vida y misión del Señor Jesucristo. El profeta José Smith estudió la Biblia toda su vida y enseñó sus preceptos. Él testificó que una persona “que puede discernir el poder del Omnipotente grabado en los cielos, también puede ver la propia escritura de Dios en el libro sagrado; y el que más a menudo lo lee, más se complace en él, y aquel que está familiarizado con él, reconocerá la mano [del Señor] dondequiera que la vea”

Haga clic aquí para ver el artículo completo

Notas

  1. En la Declaración de Chicago, ver Norman L. Geisler and William E. Nix, A General Introduction to the Bible, rev. and exp. (Chicago: Moody Press, 1986), 181–185.
  2. Blake T. Ostler, "Bridging the Gulf (Review of How Wide the Divide? A Mormon and an Evangelical in Conversation)," FARMS Review of Books 11/2 (1999): 103–177. off-site (Inglés) (cursiva en el original)
  3. Estos ejemplos se toman de William J. Hamblin and Daniel C. Peterson, "The Evangelical Is Our Brother (Review of How Wide the Divide? A Mormon and an Evangelical in Conversation)," FARMS Review of Books 11/2 (1999): 178–209. off-site (Inglés). Las referencias a la obra original de Tov se pueden encontrar en las notas 26–49.
  4. Estos ejemplos se toman de William J. Hamblin and Daniel C. Peterson, "The Evangelical Is Our Brother (Review of How Wide the Divide? A Mormon and an Evangelical in Conversation)," FARMS Review of Books 11/2 (1999): 178–209. off-site (Inglés). Las referencias a Vaganay y el trabajo original de Amphoux se pueden encontrar en las notas 52–58.
  5. Bart D. Ehrman, Misquoting Jesus: The Story Behind Who Changed the Bible and Why (HarperSanFrancisco, [2005] 2007), 53. ISBN 0060859512. ISBN 0060738170.
  6. Bruce Metzger, The Text of the New Testament. Its Transmission, Corruption, and Restoration (second edition 1979; first edition 1964), 195, 201.
  7. Justin Martyr, "Dialogue with Trypho," in Chapter 71 Ante-Nicene Fathers, edited by Philip Schaff (Christian Literature Publishing Co., 1886)1:234. ANF ToC off-site (Inglés) This volume
  8. Origen, Commentary on Matthew 15.14 as quoted in Bruce M. Metzger, "Explicit References in the Works of Origen to Variant Readings in New Testament manuscripts," in Biblical and Patristic Studies in Memory of Robert Pierce Casey, ed. J Neville Birdsall and Robert W. Thomson (Freiburg: Herder, 1968), 78—79; reference from Erhman, 223.
  9. Bruce Metzger, The Text of the New Testament. Its Transmission, Corruption, and Restoration (second edition 1979; first edition 1964), 152; citing Metzger, “Explicit references in the works of Origen to Variant Readings in New Testament Manuscripts,” in Biblical and Patristic Studies in Memory of Robert Pierce Casey, ed. J.N. Birdsall (1963): 78–95.
  10. Citado en Bart D. Ehrman, Misquoting Jesus: The Story Behind Who Changed the Bible and Why (HarperSanFrancisco, [2005] 2007), 53. ISBN 0060859512. ISBN 0060738170.
  11. Harold B. Lee, Teachings of Harold B. Lee (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1996), 158-159. GospeLink

Acerca de FairMormon        Únete a FairMormon        Contactar FairMormon        Donar a FairMormon


Derechos de autor © 1997-2015 por la Foundation for Apologetic Information and Research. Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de este sitio puede ser reproducida sin el consentimiento expreso y por escrito de Foundation for Apologetic Information and Research.